Para conocer las claves con éxito de los fenómenos “nearshoring” y “offshoring”, es importante conocer a qué se refieren estos conceptos:

Nearshoring, es la estrategia con la que una empresa, busca mover o trasladar, parte de su producción, administración y/o personal, para estar más cerca de su destino final y obtener múltiples ventajas, de logística, por ejemplo.

Offshoring, por su parte, es el traslado de procesos y servicios de fabricación al extranjero, para aprovechar ventajas que ofrecen otras naciones versus el país de origen.

Mientras que el offshoring implica la externalización de procesos y servicios comerciales a proveedores o instalaciones de terceros ubicados en otros países, el nearshoring implica la subcontratación de procesos comerciales a un proveedor externo en un país vecino o dentro de la misma región.

Un ejemplo muy claro y reciente de nearshoring, es la llegada de Tesla a Nuevo León. Este hecho pone en tendencia dicha estrategia porque México proveerá parte de la manufactura necesaria para la operación de la empresa, cuya sede principal es Estados Unidos. Así Tesla se acercará a algunos de sus consumidores finales y aprovechará las ventajas geográficas desde la etapa de producción.

Nearshoring y offshoring se han convertido en prácticas comunes en la economía globalizada actual, con muchas empresas que buscan subcontratar su fabricación y servicios a otros países por diversas razones, como el ahorro de costos laborales y el acceso a nuevos mercados.

El nearshoring, por lo general, permite una mayor compatibilidad cultural y lingüística, así como facilidad para viajar y comunicarse en contraste con el offshoring. Además, el nearshoring brinda a las empresas un mayor control y visibilidad sobre el proceso de subcontratación, lo que puede ser extremadamente ventajoso para aquellas empresas con altos estándares de calidad.

En cambio, si una empresa alemana delega actividades a personal remoto en Asia (offshoring), tendrá barreras geográficas, culturales y del idioma que podrían limitar el control de las actividades.

Cuando se trata de decidir qué enfoque es mejor para su negocio, hay varios factores clave a considerar.

• En primer lugar, las necesidades y objetivos específicos de su empresa, como el nivel de control y visibilidad que necesita sobre el proceso de subcontratación.
• En segundo lugar, considere las opciones disponibles para los proveedores de capital humano y las características de cada uno, como su ubicación, experiencia y capacidad para satisfacer sus necesidades.
• Finalmente, el conocimiento detallado de aspectos como derechos laborales, propiedad intelectual y seguridad de la información, de esta manera se tomarán mejores decisiones.

Tanto el nearshoring como el offshoring pueden ser enfoques valiosos y complementarios para las empresas que buscan externalizar sus servicios o su fabricación. Sin embargo, es importante considerar detenidamente las implicaciones de cada enfoque, así como las necesidades y objetivos específicos de su empresa, antes de tomar una decisión ¿Cuál le conviene a su negocio?