Es importante aclarar que toda empresa requiere de un indicador de medición tanto a nivel organizacional como de manera individual en cada puesto de trabajo.

A nivel organizacional, los KPIs se dan de manera más orgánica si se tiene claro cual es la estrategia de negocio. Para ello es importante resaltar que se debe tomar en cuenta la visión, misión y objetivos comerciales y estratégicos; analizar el entorno interno y externo de la organización, e identificar las ventajas competitivas. Con ello, se podrá desarrollar planes y tácticas para lograr los resultados deseados traducidos en KPIs, que son indicadores clave de rendimiento del desempeño.

En el caso de los OKR, que son los objetivos y resultados clave, destaca la palabra “clave” ya que de estos resultados se valida si la empresa ha tenido un desarrollo de crecimiento comercial, humano y/o económico.

Dentro del nivel departamental se quiere tener identificado el objetivo del departamento y sus procesos involucrados, ya sean propios o compartidos, de tal modo que se identifique cómo influyen dichos procesos en el departamento para cumplir con el objetivo general. En este nivel de desarrollo de indicadores de medición, se desarrollan los KPIs y OKRs.

Es importante identificar qué es lo que realmente estás midiendo y si la medición de un dato, su valor de desempeño o sus indicadores, están ligados directamente con la estrategia de negocio.

¿Cómo identificar lo que conviene a mi empresa?

Como colaboradores de una organización o institución se presentan dos panoramas, ambos quedan sujetos al nivel de desarrollo que la empresa deseé alcanzar dentro de un periodo establecido:

1. Cumplir con el objetivo del puesto: los KPIs miden el cumplimiento del desempeño, que en este caso es el cargo. Los indicadores medirán la calidad, eficiencia y eficacia de este.
2. Identificar la capacidad del puesto: más allá de medir lo que se espera del puesto, se mide la capacidad, es decir, hasta dónde puede llegar el colaborador en el cargo si se le dan las herramientas necesarias y validando, además de la calidad y eficiencia, la optimización y la implicación económica favorable para la organización.

Sin importar el tamaño de la organización, puedes dar seguimiento con indicadores de medición utilizados para evaluar el rendimiento o el progreso. Los KPIs son indicadores clave que se utilizan para este fin y para calcular el logro de objetivos estratégicos.

Mientras, los OKR son una metodología de gestión de metas que se basa en determinar objetivos principales y resultados clave para determinar el progreso y motivar a través de propósitos desafiantes pero alcanzables, por mencionar alguna de sus ventajas.