Cuando realizamos una evaluación (organizacional, de desempeño, normativa, etcétera), el paso subsecuente es el feedback o retroalimentación.

Comunicar los resultados de una evaluación, es decir, realizar un feedback, puede tornarse en un tema sensible tanto para los mandos altos y medios, como para los cargos operativos, pues no hacerlo de manera adecuada, puede hacerlos sentir que se están cuestionando sus capacidades, su trabajo o su personalidad, cuando este no es nunca el propósito de las mediciones.

Primero, debemos de tener claro que el feedback es un proceso de comunicación bidireccional que se orienta hacia una conversación con el objetivo específico de permitir que los factores evaluados, sean apoyo y soporte para mejorar el desempeño, comportamiento o los resultados del colaborador.

Como líder te permite comprender más a fondo los retos con los que se enfrenta tu equipo de manera constante, y te permitirá saber cómo apoyarlos, guiarlos y entrenarlos para mejorar sus resultados, lo que se podrá ver reflejado en su siguiente evaluación.

Tipos de feedback

Existen diversos tipos de feedback, hoy abordaremos dos de ellos:

El feedback positivo es crucial para reconocer y reforzar las conductas y logros sobresalientes. Proporciona a las personas la motivación y confianza necesarias para seguir mejorando.

Al proporcionarlo, es importante ser específico, concreto y sincero. Reconocer públicamente el trabajo bien hecho y el progreso individual, puede tener un impacto significativo en la motivación y autoestima de las personas.

En cambio, el feedback correctivo debe ser constructivo y orientado al desarrollo. Es fundamental abordar los errores con empatía y ofrecer soluciones concretas para mejorar. La comunicación efectiva es clave en este proceso, ya que permite a las personas comprender las áreas en las que necesitan trabajar y les brinda las herramientas para hacerlo.

Es crucial que, al hacer un feedback correctivo, sea de manera constructiva, centrándose en los hechos y comportamientos observables en lugar de juzgar a la persona como se muestra en este ejemplo:

Feedback correctivo mal ejecutado: “Tu falta de puntualidad y productividad ha afectado negativamente al equipo”.

Feedback correctivo bien ejecutado: “El cumplimiento de los horarios y la entrega de resultados a tiempo son fundamentales. Te animo a que te comprometas a mejorar tu puntualidad y a emplear técnicas para ser más productivo, ya que esto tendrá un impacto positivo en el equipo y en tus logros”.

Además, es importante proporcionar soluciones concretas y apoyo para ayudar a las personas a superar los desafíos identificados.

En el ámbito laboral, el feedback positivo y correctivo pueden contribuir a un ambiente de trabajo más productivo, colaborativo y sano.

Al equilibrar el reconocimiento del buen desempeño con la orientación para la mejora, se fomenta un ciclo de retroalimentación que impulsa el crecimiento individual y organizacional.

Encuentra un estilo propio para dar ese feedback a tu equipo de manera natural, al principio puede ser un reto, pero en la práctica detectarás que es funcional para ti y tu equipo de trabajo.

¿Necesitas ayuda para evaluar y retroalimentar a tu equipo? Podemos ayudarte: info@integrach.com