En el mundo empresarial se ha presentado un cambio significado con el surgimiento de empresas digitales, que han desafiado a los modelos empresariales tradicionales. Estas empresas han desafiado los modelos empresariales tradicionales en algunos aspectos clave como la estructura organizativa y la gestión de recursos.

Anteriormente  hablamos sobre la Institucionalización y el crecimiento organizacional y te explicamos lo que es la institucionalización y cómo se puede implementar em tu empresa. En esta ocasión te compartiremos las principales diferencias del proceso entre las empresas tradicionales y las digitales, así como su impacto:

A menudo, las empresas digitales tienen una estructura organizacional más plana y horizontal, mientras que las empresas tradicionales tienden a confiar en equipos pequeños y autónomos que pueden abordar diferentes proyectos, mientras que las empresas tradicionales a menudo utilizan un enfoque por departamento y burocrático.

En términos de cultura empresarial, las empresas digitales son conocidas por ser más ágiles y flexibles en su enfoque, lo que les permite adaptarse a los cambios más rápidamente. Esto se debe en parte a la forma en que manejan los datos. Las empresas digitales suelen aprovechar la analítica de datos para comprender mejor a sus clientes, lo que les permite tomar decisiones más informadas.

Por otro lado, la institucionalización de empresas tradicionales ha resultado en una estructura empresarial más rígida y jerárquica. A menudo, las empresas tradicionales tienen procesos establecidos y reglas que se deben seguir rigurosamente, lo que puede hacer que la adaptación a los cambios en el mercado, sea más lenta.

En cuanto a la gestión de recursos, las empresas digitales son más ágiles y flexibles en su enfoque y buscan sacar el máximo partido a la tecnología y a las herramientas digitales, mientras que las empresas tradicionales se han centrado históricamente en la optimización de dichos recursos, de sus procesos y en la mejora de la eficiencia, lo que les da una ventaja en la adopción de procesos.

Finalmente, las empresas digitales tienen un enfoque más innovador y adaptativo al cambio, mientras que las empresas tradicionales tienden a ser más conservadoras en su enfoque de gestión y tienden a ser las últimas en adoptar nuevas tecnologías y tendencias, especialmente si son pymes.

Si bien muchas empresas digitales están mejor posicionadas para adaptarse a los cambios en el mercado y aprovechar las nuevas oportunidades, las empresas tradicionales, por su parte, tienen la ventaja de una estructura empresarial sólida y establecida, lo que puede permitirles operar y crecer a largo plazo.

En última instancia, tanto las empresas digitales como las tradicionales enfrentan desafíos únicos al intentar institucionalizarse. Las empresas digitales tienen que encontrar formas de escalar mientras mantienen su enfoque ágil, pero las empresas tradicionales tienen que encontrar formas de innovar y mantener el ritmo que demanda el mercado.

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